Un rincón de tranquilidad inesperado

El pueblo es una joya, con un encanto rural. La habitación tenía vistas encantadoras del cañón del Ebro, y el salón común ofrece confort después de un día de excursiones. Aprecié la atención del personal en la zona de comidas.

El acceso al hotel es complicado con muchas escaleras, lo que puede ser un reto para algunos. Además, la falta de información en el bar sobre precios me dejó una sensación de decepción.

exploración y vistas impresionantes cerca del río ebro

Disfruté de un alojamiento en el corazón de Pesquera de Ebro, que se encuentra a menos de 5 minutos a pie del mirador del cañón del Ebro, un lugar perfecto para disfrutar de vistas espectaculares, y además, la cercanía a la ribera del Ebro me permitió pasear tranquilamente y descubrir la belleza de la naturaleza por los alrededores. el personal fue muy amable y siempre estuvo disponible para ayudarte, pero el acceso complicado al hotel, con muchas escaleras, puede ser un poco incómodo después de un día explorando.

Considera pedir un desayuno más variado. solo ofrecen tostadas y café, lo que limita las opciones para empezar el día.

vistas del cañón del Ebro, terraza agradable, salón común con televisión

El baño para una habitación triple es muy pequeño y solo hay una percha para las toallas, lo que complica un poco el espacio. ¡Me pareció un abuso el precio de los bocadillos sin tener carta con precios!!!

El entorno es impresionantemente bonito.

Las vistas al cañón del Ebro son impresionantes, pero el baño era muy pequeño.

Este lugar me queda perfecto, con wifi, un área de bar cómoda y un restaurante que ofrece comidas ricas. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó a curar una picadura de un insecto. ¡Sin duda volveré por un par de días!

la habitación estaba un poco sucia, como que no barrían hace tiempo. pero la comida casera es riquísima y el personal súper amable. además, el entorno es impresionante con vistas al cañón del ebro! !

El entorno es una maravilla, cerca del cañón del Ebro y el mirador, ideal para pasear y disfrutar de la naturaleza. La habitación estaba limpia y tenía vistas preciosas. hay un salón común muy agradable donde relajarse después de un día de exploración. El restaurante ofrece buena comida casera, lo que hace la estancia más conveniente.

El baño era algo pequeño.

Disfrutamos mucho del entorno natural, perfecto para pasear y explorar. Además, la camarera fue súper amable, siempre atenta a nuestras necesidades. La terraza del lugar es ideal para disfrutar de una bebida fresca mientras los niños juegan.

Mi mujer dice que faltan juegos para los niños.

El lugar tiene un ambiente familiar que se siente acogedor. Disfruté de las vistas al cañón del Ebro, son realmente impresionantes. Sin embargo, el acceso al hotel implica subir muchas escaleras, lo que puede ser complicado. Además, la falta de información sobre precios en el bar me decepcionó, ya que me costó más de lo esperado. Aun así, la comida casera resultó ser un punto positivo durante mi estancia.

una terraza ideal para relajarse después de un día de excursión

buen desayuno, habitación limpia

mobiliario viejo

Me encantó la limpieza de mi habitación y las impresionantes vistas del entorno. La comodidad del lugar es notable. El restaurante ofrece cenas convenientes, lo que es genial tras un día de exploración. Además, el área común es ideal para relajarse. 😊

Me alojé en una habitación doble en el hostal Rural el Arco y la experiencia tuvo sus altibajos. La habitación era sencilla, pero muy limpia y cómoda. El entorno es realmente bonito, con vistas impresionantes del río Ebro. Me gustó que no tuve que salir para cenar, ya que el restaurante del lugar era bastante conveniente. Sin embargo, el baño era pequeño y solo había una percha para las toallas, lo que hacía la organización un poco complicada. En cuanto al desayuno, no estaba incluido en el precio de la habitación y solo ofrecían tostadas y café, lo que me pareció un poco limitado. A pesar de esto, el área común era agradable y perfecta para relajarse. En general, el lugar era una opción decente para disfrutar de la naturaleza, pero podría mejorar en comodidad y servicios.

La limpieza de la habitación dejó un poco que desear, se notaba que no barrían hace tiempo. El lugar es ideal para hacer senderismo y disfrutar de la belleza del cañón del Ebro. Comida casera muy rica en el mesón, lo que es conveniente. Aunque el acceso es complicado con muchas escaleras, el entorno compensa.